César Mora estudió en EEUU y no dejó de echar de menos España en su primer año: desde la paella hasta los partidos de fútbol. Para él, España era el país número 1 del mundo.
Al segundo año terminó su master y se mudó a Seattle. Consiguió empleo. Y empezó a ver a sus colegas españoles de otra forma. Esto es lo que escribió en su blog.
Escribió que los norteamericanos eran más conscientes de su deber cívico, “atentos a sus obligaciones, entre otras cosas, y tienen un fuerte sentido de lo que es correcto e incorrecto”. Según César, los norteamericanos no compartían la misma forma de pensar que tenemos en España, de “voy a aprovecharme de la situación, siempre que puedo, no me importa lo que pase a los demás”.
Su otro gran descubrimiento era el sentido crítico. Los españoles culpan a los políticos si no tienen un puesto de trabajo. Y lo hacemos a la 1 de la madrugada con una copa en la mano. “Pero, por supuesto, a la mañana siguiente, no vamos a levantarnos de la cama antes de las 11 horas”. Es decir, según él, no hacemos mucho para cambiar nuestra situación.
Para Mora, a los jóvenes españoles les falta ambición. “Todos queremos un trabajo estable y sin complicaciones. La idea de elegir una carrera, aprender tanto como podamos, trabajando para ganar experiencia, buscando más y más para conseguir nuestras metas … que implica demasiado esfuerzo” eso es para los norteamericanos, no para los españoles.
“Me he dado cuenta de que si España está al final de la clasificación educativa, no es tanto por la calidad de las universidades y la formación que recibimos, sino por las actitudes de los estudiantes”. Mora reconoce que sus palabras no van a gustar. “Pero es la verdad”, dice.
Mora explica por qué en el sistema americano, el estudiante tiene que mover el trasero para buscarse la vida. La clave es muy sencilla: el estado no paga los estudios universitarios. Se los paga el estudiante.
Para ello, el estudiante estadounidense promedio se ve obligado a endeudarse. Eso les da una ventaja importante: los hace más responsable y maduros.
“Un estudiante en los Estados Unidos puede graduarse de la universidad con una deuda promedio de 30.000 dólares”, dice Mora. Pero en lugar de quejarse de ello, trabajan para pagarla. “Se podría argumentar que, en España, no tenemos tantas oportunidades de trabajo. La verdad es que [en EEUU] tienen estas oportunidades porque se las buscan todos los días”.
Es normal que posean varios empleos a tiempo parcial mientras están en la universidad, dice Mora. Al mismo tiempo continúan con sus estudios, con el voluntariado, y manteniendo una vida social.
“No tienen el hábito de despertarse más tarde de las 8 de la mañana, y su objetivo en la universidad es ganar mucha experiencia de trabajo para la vida real y muchas prácticas relevantes en lo que puedan antes de graduarse”.
Sobre las vacaciones, los comentarios de Mora son elocuentes: “Los tres meses de vacaciones de los estudiantes españoles serían escandalosos para un estudiante estadounidense. Si no están buscando cursos en universidades extranjeras y aprender otro idioma durante este tiempo, buscan pasantías o trabajos de verano en este campo o aquél. O incluso viajando, que siempre puede ser una experiencia enriquecedora y esclarecedora”.
¿El espíritu emprendedor? “Hay una falta general de espíritu emprendedor entre los jóvenes españoles en la búsqueda de trabajo. Nos falta el tipo de actitud que dice: “Si no hay trabajo en mi ciudad, me voy a otra más grande. Si yo no sé cómo hacer el tipo de trabajo que se ofrece, voy a aprenderlo. Incluso si tengo que ir a un país diferente”.
Por desgracia, dice Mora, la actitud solemos encontrar en España es:”La culpa de que no tenga trabajo es de los políticos”.
Obviamente, es mucho más conveniente continuar esperando a que un mensajero divino nos ofrezca el trabajo de nuestros sueños, dice Mora. “Tal vez sólo necesitemos un empujoncito de motivación para creer plenamente en nosotros mismos”.
(César Mora trabaja como ingeniero de programación en Microsoft y es cofundador de SpaceLab).