Jefe, es usted “majete” pero me voy.
Cada persona tiene sus propios motivos para continuar o irse de la empresa en la que trabaja.
Hace tiempo, Gallup describia algunos factores por los que un trabajador decide cambiar o permanecer en su empresa, entre otros hablaba de:
- Saber que se espera de nosotros.
- Disponer de los recursos suficientes para un buen desempeño.
- Tener la oportunidad de aplicar nuestras habilidades.
- Sentirse apoyado por nuestros jefes como un elemento imprescindible para conseguir y mantener la confianza.
- Recibir formación.
- Que sean tenidas en cuenta nuestras opiniones.
- Percibir que nuestro trabajo tiene sentido.
- Tener a la calidad como parte de la cultura de la empresa.
- Que exista un clima laboral que nos proporciones estabilidad y satisfación a largo Plazo.
- Que haya perspectivas de crecimiento profesional sostenido y previsible en el tiempo.
Pero después de estos factores más teóricos que crean nuestras espectativas de que estamos o no en una empresa para continuar en ella desarrollando nuestro trabajo, hay una sensación, hay unos síntomas que nos pueden indicar que hemos llegado al “esto es to-todo amigos“ como por ejemplo que:
- Ya no despertamos antes de que suene el despertador.
- Escribimos con más ilusión en nuestro blog que en las publicaciones corporativas.
- No nos sintamos motivados por motivar a nuestro equipo.
- Las personas a las que admiramos en nuestra empresa cambian de trabajo y los otros se quedan.
- Dejamos de sentirnos orgullosos de hablar en nombre de nuestra empresa y preferimos hablar en nuestro propio nombre.
Cuando no se cumplen los puntos clave de anclaje a tu empresa y por encima detectas parte o todos los sintomas de desconexión quizás es el momento de decir “me voy” y, quizás también, nos entren esas ganas tan humanas de venganza, “pillar a tu jefe por banda” y soltarle todas esas opiniones sobre él que llevas guardando tanto tiempo. Se prudente porque si entrar bien en una empresa es importante, salir bien quizás lo es más:La persona que ayer fue tu jefe, hoy puede ser tu cliente y mañana tu nuevo jefe (el mundo es un pañuelo).
Un post de Natalia Sanmartín editado en datospymes.com hablá de la estrategia que debemos utilizar cuando nos vamos de una empresa y que pasa por:
- COMUNICAR que nos vamos porque nos han ofrecido una oportunidad que no podemos dejar escapar.
- AGRADECER todo lo que hemos vivido y aprendido en la empresa.
- ESCRIBIR UN MAIL DE DESPEDIDA a compañeros y clientes agradeciéndoles la experiencia de haber trabajado con y para ellos.
- NO DEJAR EN LA ESTACADA a la empresa y darse un tiempo para los traspasos, sobre todo si tenemos un puesto de cierta reponsabilidad.
Si has encontrado otro trabajo y ha llegado el momento de irte recuerda que uno de los objetivos es marcharse como un señor/a de la manera más ética posible para dejar siempre “una puerta abierta” y recuerda:
- Actuar con antelación.
- Evitar los rumores: Los primeros en saber que uno se va debe de ser nuestro jefe.
- Colabora en poner al día a tu posible sustituto.
- Renuncia: Una vez comunicada tu marcha a jefes y compañeros, redacta la baja voluntaria para entregar a RRHH.
- Ata todos los cabos: La salida debe de ser amistosa pero justa así que habrá que reunirse con RRHH para dejar todo perfectamente atado.